Tuesday, August 25, 2009

Llamadas a Cuba

Sobre esta realidad no hay mucho que comentar, salvo que son carismas desde cualquier parte del mundo y que los cubanos hacen cualquier cosa para seguir hablando sin hacer un hueco en el bolsillo.
Yo recuerdo que cuando llegue a México , a la edad de veinte años, solo llamaba a mi casa una vez al mes. Después cuando estuve trabajando, llamaba cada quince días. Mi mama siempre se pensaba que yo no le queria hablar, pero la realidad es que con las tarifas que ponen, hablar media hora es un par de zapatos. Y no es que hablar con la familia no merezca el par de zapato. Es que a veces llamar a Cuba es tan triste!
Yo no recuerdo la ultima vez que llame y pude sostener una conversacion como las que tienen mis amigos que viven lejos de sus familias como yo, sin escuchar cosas como...
-Hay nene (así me dice mi madre) hace un caloooor...(allá no hay aire acondicionado)
-Hay nene el transporte esta tan malo..
-Hay nene, la mama de mi vecina mariita, tu te acuerdas de ella, se escapo de la casa el otro dia en un ataque de ezquisofrenia...y suerte que la niña estaba pa' la escuela, porque dice mariita que aquella mujer fue pa la cocina, y con las hojas de los tamales que habia comprado con el dinerito que le había mandado su sobrino, empezó a despojarla y a decirle que tenia un espíritu negro montao. Los tamales estaban en el piso.
-Figurate tu, nene, que a tu prima se le inflamo la rodilla, fue al medico y le dijeron que era una cosa, y veinte días después, cuando ella regreso porque le seguía doliendo, se dieron cuenta que no era lo que le dijeron, sino que se le había derramado el liquido de la rodilla y que posiblemente haya que operar. Di tu!
- Y pa' que contarte del tipo que el otro día le entro a puñala' a la mujer, porque la cogió en la cama con un español....no si la calle esta malisima.
Desde los veinte hasta los veintitrés, me peleaba con mi madre porque yo queria hacerle entender, que yo no tenia la culpa y que no podia cambiar la realidad de ellos, que me platicara de algo menos trágico. Pero desgraciadamente no había nada, ni siquiera chiquitico que no tuviera, al menos, una nota triste.
Ahora un poco mas vieja, ya no me peleo con Elisa. Ahora la oigo y hasta la trato de animar persuadiéndola de que se vaya a comprar un heladito al hotel Riviera, o que se vaya a tomar un café al Cohiba ( no que todos los cubanos puedan hacerlo, pero los que reciben remesas del extranjero se pueden dar un gustico de vez en cuando). Pero hay cosas que nunca van a cambiar y una de ellas es la respuesta de mi madre a mi estrategia de sacarla del gorrión en el que esta.
-Hay nene, pa' que! si antes de pedir siquiera el menú te dicen -nada mas hay helado de vainilla, y esta derretido porque se fue la luz esta mañana. Y si pides café, cuando ven que eres cubano te lo hacen con el malo. Tienes que venir con un turista pa' que te pongan de bueno.
-No nene, pa' que?



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