¡Cómo se olvidan cosas con la falta de uso! A mí hasta se me había olvidado la contraseña para entrar a mi blog, pero la cabra siempre tira pal monte. También hacía mucho tiempo que no visitaba una librería real, no virtual. Y desde que entré se me empezaron a ocurrir razones por las que las librerías nunca deberían dejar de existir. Yo estoy de acuerdo con el ahorro de papel, por eso es que hacía mucho tiempo no me paraba en una, porque todos mis libros los compro ahora online y los leo en el iPad, pero eso no quita la satisfacción que me dio el haberme parado allí.
Primero, el olor. Ese olor inconfundible de papel, con tinta seca es verdaderamente un placer. Segundo, la tranquilidad. Se me había olvidado la paz de la que están inmersas las librerías y las tiendas de libros. Yo ya daba por hecho que leer en un Starbucks era tranquilo y cómodo. Nada que ver con los enormes butacones que hay en este lugar. Después, la música, un verdadero playlist para cualquiera que quiera encontrar un espacio tranquilo para crear y olvidarse del reloj. No, no es música de elevador, tampoco es Taylor Swift (GAD). La iluminación, los empleados…estos últimos creo que están a la par de contentos que los empleados de Starbucks. Y para terminar, la gente. Es cómo si todos los que estábamos ahí, perteneciéramos a un mismo grupo. Con los mismos gustos y las mismas ideas. Aunque algunos estaban escogiendo Ciencia Ficción y otros Biografías.
Por todo esto y porqué no es lo mismo leer un libro en el iPad que en papel, no dejemos de visitar las tiendas de libros. Si J. K. Rowling no hubiera dicho que escribió Harry Potter en el tren, yo hubiera jurado que lo escribió en un Barnes & Nobles.
