Cafe con Mussolini?

No creo que de tantos personajes famosos de la historia yo escogería tomarme un café con Mussolini. A mí me gustan las almas más simples pero con cabezas mas complejas. Como la de Dalí, con él podría tomarme un café sino fuera porque tengo la ligera sospecha que Dalí no tomaba café, sino algún licor de hierba que lo ponía mas loco de lo que estaba, aunque sí habría querido verlo desde la sombra pintando su Diane de Poitiers, Flower Woman with Soft Piano o haciendo el amor con Gala.

Con García Lorca podría pasar una tarde muy acalorada en Andalucía, tratando de descubrir quienes fueron las musas para mi preferida de todas sus obras, La casa de Bernalda Alba. Otra cabeza con alguna pieza zafada era la Oscar Wilde. Que maravilla habría sido haberse paseado con ese dandy de brazos por todo Londres jugando a estar cuerdo y confundiendo a cualquiera que tuviera un segundo de titubeo.

Sherlock también me parece genial. Una mente brillante, pero con pequeño defecto. Que no existió. Lo peor es que yo descubrí ese dato cuando tenia 21 anios y en plena 221B Baker Street, rompí a llorar dejándome consolar por la encargada de la "casa"-museo, que de la mano me llevo hasta delante de un baúl, donde para tranquilizarme me dijo que no estaba sola, que no era la única que creía que Sherlock había existido. Prueba fehaciente de eso eran las miles de cartas que estaban apiladas delante de mi con sobres y fecha de los anos 90.

La historia ha parido grandes personajes, fascinantes algunos, insoportables y casi con ganas de que Dios les haya negado la vida otros, pero creo que yo me tomaría un café, con quien me los tomo hoy día. Con mis amigas que me conocen al derecho y al revés. Con quien lloro y me río y bailo como si el mundo se fuera a acabar mañana. A quien le puedo hacer el mismo chiste una y otra vez, el mismo cuento una y otra vez y una y otras vez me escuchan sin sacarme el muñeco de
-Hey ese ya me lo dijiste.