Hace muchos años, cuando me mudé a vivir a México,llegué con la idea de lo que me contaba una amiga mía que se la pasaba muy bien, y con muy poco (casi nulo) conocimineto de su historia.
A medida que me iba haciendo literalmente mexicana, aprendí mucho.Desde hacer rajas con crema, hasta de su historia(sobre todo de la que escriben día a día). Y en mi humilde opinión creo que México tiene varias historias. Una, es la que te cuentan los muy ricos muuuuy ricos, que se hicieron dueños del país prácticamente sin títulos rimbombantes de universidades y con amistades muy influyentes y otra, es la del resto del país que incluye desde los que sobreviven con dos tortillas al día, hasta la clase media que cada día se pega más a la parte ancha de la piramide. Y es que en México muy pocos caen pa arriba.
En tres ocaciones fuí víctima de la violencia que se vive en ese país y debo confesar que aunque ya pasaron muchos años de esos acontecimientos, mi proceso de sanación por llamarlo de alguna manera empezó cuando ya no tuve que vivir más en él. Día tras día, subirme a mi carro (del año o no) era un verdadero suplicio, porque a toda hora eres blanco de los que en nombre de su pésima situacion económica te hacen pasar horas, y en ocaciones días, de verdadera agonía.
Escribo esto no para purgarme,(ya no lo necesito,no ver las noticias y la vista que tengo del mar me curan),pero hace un rato leí unas cartas que el hijo de Pablo Escobar escribió en su Blog para Mexico que tristemente esta repitiendo la historia de Colombia. Y me acordé de una pregunta que yo me hice muchas veces cuando vivía allá.
-Qué sentirán los hijos de los autores de crímenes y eventos como los que ocurren día a día en el mundo.
Cuando tienes cierta edad es muy fácil que no te des cuenta de nada, pero, que pasa cuando ya tu conciencia tiene voz propia.
Y en estas cartas que leí hoy, encontré las repsuestas.
www.pabloescobargaviria.info/index.php?option=com_content&task=view&id=286&Itemid=32
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