Friday, December 10, 2010

La madre que quiero ser!!!!

Hoy venía en el carro cuando de repente escuché una canción que ya hoy en el 2010 es del siglo pasado. Quien la canta y de quien es, no es lo que importa. El tema va de un hombre que le hace muchas preguntas a una mujer sobre otro hombre. Por mucho tiempo se pensó que la cancion iba de una infidelidad, hasta que el propio interprete decidió poner fin a las especulaciones y contó la historia verdadera.

Resultó que sí era de un hombre,pero no de un hombre celoso y dolido porque su mujer se había ido con otro. Era de un hombre que iba a extrañar mucho a su hija porque esta se iba a casar y por consiguiente a formar su propia familia. Ese tema me remontó a mi propia boda, a las que he visto por televisión y a la que en un futuro voy a tener que asistir como la mamá de la novia. Sin tener una varita mágica para ver el futuro, las imágenes que bailaron en mi cabeza fueron las clásicas de la novia caminando de la mano del padre hacia el altar, la de el novio esperando, la de las damas (grandes y chiquitas) y por supuestos las de la mamá del novio y de la novia. Es muy chistoso porque por más que trato de recordar algo diferente siempre me encuentro ante la misma escena. La mamá del novio sonrriente y estóica como titán y la mamá de la novia, llorando como magdalena que casi parece que en vez de estar en una celebración está en un funeral. Algunas tratan de disimular y se secan las lágrimas discretamente con panuelitos que al parecer ya vienen incluidos en los bolsitos de mano que todas llevan. Pero como siempre digo, las lágrimas siempre pasan más trabajo para quedarse dentro que para salir. Hasta ahora nunca había reparado en lo que ese torrencial de agua salada significaba y hoy a escasos tres meses de ver nacer a la que en un futuro (espero que decentemente lejano) se va a convertir en esa mujer de la canción, me pregunté, ¿qué clase de mamá de la novia quieres ser?

Con tanto tiempo para prepararme y para prepararla (para el matrimonio hay que estar preparados, y no hablo de cocinar y bordar como en los tiempos de antes, hablo de dialogar y respetar) decidí que quería ser una mamá diferente, una mamá que no tiene que estar en el primer banco de la inglesia como mandan los estatutos. Prefiero estar desde donde pueda ver y sonreirle a la novia, donde podamos intercambiar un guiño que, traducido al lenguaje de los hombres diga "estoy feliz y convencida de lo que estoy haciendo". Ese es el tipo de mamá que quiero ser. solo espero que no haya mucha diferencia entre la mamá que quiero ser y la mamá que voy a ser, después de todo, tantos millones de madres no pueden estar equivocadas.

Con mucho cariño para todas las mamás, las lloronas y las estóicas,

Lily

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